- - En
algunos casos la salud no es rentable: Cura del Cáncer
En el 2011, científicos canadienses, usando dicloroacetato, dieron con la posible cura para una enfermedad que viene causando mucho daño a personas y a familias enteras, el cáncer. A pesar de ser una buena noticia, no todo es color de rosa. Para esta empresa la elaboración de este medicamento no es rentable, debido a que el dicloroacetato es una sustancia sin patente, por lo cual ya no representa un negocio para Big Pharma y podría prohibir su elaboración. La cuestión en si se enfoca en que esta nueva medicina resultaría mucho más barata que las que se usan para contrarrestar el cáncer a largo plazo, lo cual no representa un negocio para la industria farmacéutica. Es por eso que esta nueva medicina no ha tenido mucho apoyo ni eco en los medios de comunicación.
En este caso se ven afectados los consumidores de medicinas para el cáncer. Las grandes farmacéuticas aplican un procedimiento injusto con la escusa de que se vea perjudicada su actividad de lucro contra el bienestar de la humanidad. Este procedimiento injusto se da cuando las farmacéuticas ya no proponen una solución viable y barata para la salud porque no es rentable para sus inversionistas. El paciente de cáncer está destinado a padecer un arduo y doloroso tratamiento a base de quimioterapias y medicamentos bastante caros solo por la avaricia de la industria de la medicina.
¿La industria farmacéutica esta en el derecho de prohibir el desarrollo para las medicinas contra el cáncer? ¿Desde cuándo tienen el poder de elegir el destino de las personas?
El bienestar y salud es un derecho para todas las personas.
- - Incongruencia
entre globalización y salud global
Como sabemos el proceso de globalización ha afectado, entre otras muchas
cosas, al cambio de las reglas
internacionales en lo referente a la protección de patentes, lo cual interfiere
en el ingreso de medicamentos esenciales para países emergentes.
Este proceso de globalización, proceso que lleva ya muchos años, ha resaltado la incongruencia entre las amenazas a la salud global y las políticas, internacionales y nacionales, utilizadas para manejar dichas amenazas a nivel local.
Los más afectados son los países emergentes que representan una mayor carga social y económica para la industria farmacéutica. Para estos países pobres abandera la negligencia de invertir para combatir las enfermedades tropicales, ya que son las que más afectan a estos pueblos. No obstante, las metas del milenio de las industrias farmacéuticas ha priorizado en el combate contra el sida, la malaria, la tuberculosis.
Sin embargo, recientemente han surgido consideraciones respecto al concepto de “justicia distributiva”, donde se exige que los riesgos y beneficios ocasionados por las investigaciones científicas para la cura de una enfermedad sean repartidos con equidad entre los miembros de la industria farmacéutica y las personas de los diversos países donde se llevara a cabo la investigación. De esta manera ambos partes se pueden ver beneficiadas, los países emergentes con gran demanda de medicamentos y las industrias farmacéuticas para el desarrollo de nuevas patentes que a largo plazo les generen lucro.
Referencia web: http://www.aebioetica.org/archivos/06-BIOETICA-73.pdf
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